Sí
hijo sí, 31 ediciones ya las que arrastra esta prueba y con nuevo record de
participación con 6006 inscripciones que se agotaron en apenas una semana.
El
recorrido, con alguna pequeña variación con respecto a la anterior edición pero
siempre pasando por puntos emblemáticos como la Plaza Mayor, El Puente Romano,
Plaza de Anaya, La Rúa Mayor, La Casa de
las Conchas, etc...
Y sin
mucho desnivel aunque un poco rompepiernas.
Como
siempre digo, la San Silvestre salmantina tiene algo especial. A pesar de
haberme acomodado durante todo el año en la larga distancia y por ende, a
ritmos más cómodos. Siempre es especial tener esta prueba (junto a la San
Silvestre de Candelario) como cierre de año y dando lo que se pueda. Este año
con un objetivo claro, bajar de los 40 minutos.
Con
un dorsal bastante parecido al del año pasado (564)...
...intentaremos
tener el mejor resultado posible. Si no me espera bronca de Ricardo :)
Pero
antes de nuestro rock&roll, les toca a los más pequeños y Candela se ha animado
este año a correr su categoría.
Se
porta como una campeona con un tiempazo de apenas 5 minutos. BRAVO CANDELA!!!
A eso
de las 12:10 nos vamos acercando mi compañero de faena, Roberto, y yo a la
salida y de nuevo amontonamiento. En breve nos damos cuenta de que la gente no
ha respetado la colocación de los cajones por tiempo y en cuanto dan la salida
aquello es un auténtico caos. Tal, que hasta casi el primer kilómetro no
podemos comenzar a correr.
Encaramos
el Paseo de Canalejas hasta Puerta Zamora lo más rápido posible para intentar
coger buena posición antes de bajar hacia la Plaza Mayor y el Puente Romano
donde se vuelve a formar un embudo. Es increíble comprobar la cantidad de gente
que ha salido delante de nosotros.
Según
avanzamos metros a través de la Calle Zamora y a medida que nos aproximamos a
la Plaza Mayor, comenzamos a escuchar el griterío de la gente. Cruzamos el arco
de entrada bajo el reloj y da la sensación de estar entrando en un estadio
olímpico. Cientos de personas animando a los suyos o a todos, quizá el lugar donde
más gente se agolpa de todo el recorrido.
Continúa
el camino de bajada hacia el Puente Romano, hay que aprovechar este terreno
para comerle segundos al tiempo total antes de que comiencen los repechos.
Llegamos
unos 4 kilómetros, hemos mejorado el ritmo pero ahora viene el rock del bueno.
Primero una subida hasta las Universidades y luego callejeo adoquinado con
quiebros de sentido varios. Afortunadamente en este punto de la carrera, ya no
hay tanta gente que nos estorbemos y podemos ir avanzando.
Paso
por la casa de las conchas y bajamos la Calle Campaña hasta el Palacio de
Monterrey donde de nuevo recibo los ánimos familiares.
Antes
de afrontar el segundo repecho para ir encarando la Av de Villamayor (nuevo
este año) hasta el Obelisco. 700m en ligera subida (PK6) donde comienzo a
desfallecer. La subida no es dura, pero lo suficiente para que no pueda
mantener un buen ritmo.
Tomamos
la Av Portugal y desde allí Calle Valencia y Padre Cámara (también nuevo este
año aunque de otras ediciones). A la altura de Plaza España (PK8) encaramos el
Paseo de la Estación, miro el reloj y pasan 31minutos, si no me estanco
demasiado bajar de los 40minutos es posible. Me encuentro con Manolo y Belén
que han venido a animarnos, y me dan el último empujón hacia Av de los
Comuneros, último repecho antes de llegar al Alto del Rollo y desde allí bajar
el kilómetro del Paseo del Rollo que nos separa de meta. Vuelvo a mirar el
reloj, 35minutos, tiro un poco de coraje (porque las piernas no me dan mucho
más) para afrontar el pasillo humano que nos va recibiendo hasta la meta.
Datos de
carrera (mi Garmin):
Distancia: 10km
(9,71km)
Tiempo de carrera: 37min 41seg (37´38”)
Posición: 224 (general) / 85 (categoría)
Ritmo medio: (3:53min/km)
Desnivel positivo/negativo: 106m
Altura máxima: 831m
Altura mínima: 785m
Reflexiones:
-
- Un año más he de felicitar a la Organización,
eso sí, remarcando un pero que espero pongan en práctica en futuras ediciones. Tratándose
de una carrera tan variada y numerosa, y habiendo comprobado que la gente no
respeta en absoluto las indicaciones de los cajones de salida. Quizá sería
interesante controlar mejor este aspecto, por ejemplo declarando una marca a la
hora de la inscripción y asignandole un dorsal de color distinto en función de
la marca declarada que poder ) que poder controlar en la salida. Esto evitaría
tantas aglomeraciones y peligros de caídas y porque no atrapamientos de
personas al mezclarse gente con ritmos muy distintos.
-
- En cuanto a mi carrera,
encantadísimo de poder haber bajado de los 40 minutos aunque visto a
posteriori, me hubiera gustado dar un poco más. Sin embargo, mi ritmo diésel no
me permitió más. Además, así queda abierto nuevo objetivo para 2015. Lo que si
me voy a permitir ahora, es un buen homenaje en forma de hamburguesa con la
familia.