Tras el gran éxito de
la primera edición y no haber podido hacer la ruta del Cascanueces dos semanas
antes, no nos podíamos perder esta enriquecedora II Marcha de Otoño. Máxime si
la compañía era la que se presentaba.
Se trata de una ruta
organizada por los grupos de montaña de Candelario y Béjar y que discurre por
las inmediaciones de ambos municipios descubriendo las bellezas del otoño con
las que nos deleita en esta zona charra. Unos 17 kilómetros con un desnivel positivo
de 450m y fácil de afrontar.
La marcha da comienzo
desde el Parque Municipal de Béjar y tras un pequeño callejeo buscando el
comienzo de la Ruta de las Fábricas, vamos recorriendo por su margen derecha el
río Cuerpo de Hombre antiguo motor industrial de estas fábricas textiles ahora
reconvertidas en museos vivientes de la edad de oro textil en España.
Tomamos la antigua vía
del tren en otros tiempos tan utilizada para el comercio textil y de embutidos
y ahora echada a perder por la vegetación. Esperemos que en un futuro próximo
pueda llegar a recuperarse como vía verde reconvirtiéndose de lo industrial al
turismo que tanto necesita esta zona de Castilla.
Atravesamos el corazón
rocoso de la ciudad de Béjar para continuar la senda metálica dirección Extremadura.
A partir de aquí el
otoño va tiñendo el suelo de un color ocre y amarillo en forma de hojas de
roble y castaño.
A unos 4 kilómetros,
el camino se desvía a la izquierda para ir ascendiendo a la primera parada
técnica de la jornada en la Fuente del Lobo. No sin antes entrar a ver al
imponente Cedro Centenario (con mayúsculas porque se lo ha ganado).
Al poco alcanzamos el
merecido descanso en la Fuente del Lobo.
Desde allí vamos
subiendo siguiendo la carretera hasta El Castañar y desde allí por las
“trochas” hasta Llano Alto donde cogemos el camino que va a Candelario pasando
por la antigua Central Hidroeléctrica de la Abeja.
Allí entramos en otro
de los escenarios imprescindibles de Béjar, El Bosque. Un jardín renacentista
construida en la época del Ducado de Béjar y uno de los jardines más antiguos
de España.
Y desde allí
llegaremos de nuevo a Béjar y al Pabellón Municipal donde tiene lugar el
merecido ágape a base de un rico calderillo y cómo no, unas castañas asadas o
calbotes de postre.
Una bonita jornada que
desde aquí recomiendo a cualquier amante del otoño, del senderismo o de la
naturaleza en general.
El fin de semana de
Los Santos no podría ser redondo si no se sale al campo a asar nuestros Calbotes.
Puedes
descargarte el track aquí.
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