La prueba constaba de
un circuito en el sector Valcorchero, por cierto, un marco impresionante.
Especialmente para este tipo de pruebas. Y constaba de 22 balizas en un
circuito de unos 6km, a mi criterio, complicado, pero hay que tener en cuenta
que soy novato.
Las primeras balizas
resultaron accesibles hasta que afronté la 5ª y de ahí en adelante comenzó el
desastre, especialmente en la baliza 11ª, tres veces pasé por delante de ella y
no fui capaz de localizarla. Y es que cuando la mente se bloquea, y este tipo
de pruebas son de mucha agilidad y control mental, todo se va al traste.
En esta ocasión, a
pesar del abandono, me llevo un muy buen sabor de boca y un gran interés en
poder volver a probarme con las lecciones aprendidas.
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