domingo, 23 de junio de 2013

I Ruta Vetona. 3tres3 (22-junio-2013)

Y llegó la hora de Béjar y comarca. Cuando empecé a oír los rumores de una posible prueba de 100km en nuestra zona, lo primero que me llevé fueron las manos a la cabeza pensando en la posibilidad de desniveles que existen. Cuando se fue definiendo la ruta, pensé que los desniveles ya no serían un problema, pero al final todo sumaba…

Se trataría de 3 circuitos diferenciados (rojo o La Sierra, verde o La Cañada y amarillo o El Valle) que discurriría por distintas zonas de la comarca.

Gracias al trabajo del Club Grupo Bejarano de Montaña, el Club Montañeros “Sierra de Béjar” y el Club Grupo Candelariense de Montaña junto con el Ayuntamiento de Béjar y otras Organizaciones y empresas particulares, pudimos soñar en realizar una prueba de Ultrafondo en nuestra bella comarca. Además sería una forma de recordar a algunas personas que no podrían estar con nosotros.
Para mí iba a ser la 3ª prueba de 100km en apenas 3 meses desde que participase en las 67 Millas romanas, allá por el mes de abril y recorriera la serranía rondeña en mayo. Junto con otros eventos entre medias, un total de casi 1.800km, D+57.500m y 198hr corriendo, desde que nos planteamos la UTAX allá por noviembre del año pasado.

Obviamente, la inexperiencia en una correcta planificación y entrenamiento y el ímpetu de querer probar nuevas cosas, provocan que el cuerpo se acabe resintiendo. Así fue como al acabar Ronda y tras “diagnosticarme” una periostitis en condiciones y de nuevo la fascitis plantar en danza. Tuve que plantearme seriamente mi participación en la Ruta Vetona, sin embargo, de nuevo la inexperiencia y el ímpetu me jugaron una mala pasada y no quise tirar la toalla. Tras un mes de parón, intenté probar mis piernas en la Orientagredos junto con mi amigo Andrés, y aunque la periostitis parecía haber “remitido”, una tal bursitis amenazaba mi cadera.

Total, que estaba hecho un cromo con un interesante cuadro de fascitis plantar (drch), periostitis tibial (izq) y tobillo, bursitis en cadera (izq). Bajo este escenario y teniendo en cuenta que no había podido ponerme las zapatillas en condiciones en mes y  medio, lo más sensato hubiera sido no participar. Sin embargo, sentía el deber de intentarlo, es más, de hacerlo aunque no fuese con el mejor tiempo ni corriendo. Así pues, reposé todo lo que pude las dos semanas previas (algún trote para reactivar piernas) y a vivir de las rentas de las pruebas y entrenamientos anteriores.
Afortunadamente, uno está rodeado de gente buena que le apoya y anima en momentos menos buenos. Y todo ello empuja a intentarlo.

Día D-1:
El viernes pasé a por el dorsal
y a la foto de los voluntarios que al día siguiente y durante muchas horas, estarían atentos de todos nosotros. 
Después nos organizamos una particular “Pasta party” en casa de Jorge. Sean bienvenidos todos los hidratos de carbono posibles.

Día D:
Durante los días previos, no he podido evitar estar muy nervioso, pues no tenía muy claro cómo iba a responder mi cuerpo y mis piernas. Y los compañer@s me lo notaban.

Nos reunimos antes de la salida de las bicis (dónde Jorge participaría) para hacernos la foto de grupo, por el locomotive que nos mueve a estar hoy aquí.
Me encuentro con viejos amigos, hoy en otras monturas.
Mucha suerte Antonio con tu reto.
A las 9:00am dan la salida para los valientes bikers. Por delante, 100km de pistas, callejas, senderos, arroyos, barro, espesura,… toda una aventura. 
Mientras tanto, nos vamos preparando los de a pie. Una foto de grupo con un invitado de lujo (Miguel Heras).
Intentamos que se nos pegue algo del maestro Miguel Heras.
A las 9:30am dan nuestra salida, hace buena temperatura, esperemos que no sea muy asfixiante. 
La primera parte conviene tomársela tranquilo, se trata de unos 600m D+, sales fresco y apetece correr. Pronto comienza a desgranarse el grupo de corredores y cada uno va acomodándose a su ritmo. Corono Peña Negra en 53min y hay que “dejarse caer”. Pronto me voy dando cuenta de que mis piernas hoy no van a estar a punto. Sigo avanzando hasta Candelario y mis padres (de voluntarios en el cruce de la Piscina) me dan alas. Bajamos hasta el segundo punto de control en la Ermita. 
Cómo diría Mariano; “estoy que estrumpo”.

Desde allí continúa la bajada hasta Palomares.  
Sorpresivamente me encuentro con Silvia indicando un desvío y continúo hasta Valdesangil para bajar hasta Béjar. Llego al punto de control tras 3 horas y media desde la salida y bastante bajo de moral y físico.

Pronto veo que no es el día, así que decido tomármelo con muchaaaa calma. Intento comer algo en el pabellón (no me entra) y pido un masajillo para mitigar algo de dolor de las lesiones.

Tras unos 50min en rehabilitación, cojo de nuevo los bártulos y me encamino bajo un sol aterrador a hacer el circuito verde. A mi salida me crucé con Mariano. 
Oí decir a algún insensato, que una vez realizado la primera parte de mayor desnivel aparente, el resto era “pan comido”. Está claro que no sabía lo que decía, al menos en mi experiencia, este circuito fue el que marcó definitivamente la prueba. Ya sea por la hora del día en que lo afrontaba, bien por el cansancio acumulado, tras dejar La Calzada de Béjar, me costó muchísimo avanzar, hasta el punto que decidí que hasta aquí había llegado mi osadía de intentar esta prueba. Hice una llamada a Cris y Esther para decirlas que en Montemayor lo dejaba, si podían recogerme.

Tal era el calor que tenía, que ni el agua saciaba la sed y el sudor. Afortunadamente, durante la bajada a Montemayor, me alcanzaron un par de participantes con los que me uní, hablé y se me hizo mucho más cómoda la bajada.

Incluso hubo momentos de fotos con el castillo de Montemayor al fondo.
Parecía como si me hubiera animado al encontrarme con estos compañeros, sin embargo, mi decisión ya estaba tomada.

Me encontré con Cris, Mario y Esther, que me arroparon y acompañaron hasta la plaza del pueblo. Allí decidimos que esperaría a la llegada de Mariano y entonces decidiría si abandonar o intentar seguir un poco. Eran las 15:30pm, kilómetro 54 y llevaba 7horas de prueba.

Durante la espera, me fui encontrando mejor gracias a los abrazos de las chicas, las sonrisas de Mariete, los whatsapp en la distancia de Silvia, Jorge y Helena. Y las gominolas de Esther.

Tras una hora y media, Mariano llegó bastante fresco y decidimos que continuaría hasta dónde pudiera. Foto de grupo y a seguir (gracias Cris por la foto).
Afortunadamente, llega una zona de sombras en la ribera del río Cuerpo de Hombre, noto las piernas más frescas y Mariano me anima a seguir trotando.

En este tiempo, Jorge llega a meta y se acabará uniendo al grupo de apoyo moral a Mariano y Rober. GRANDE JORGE.
Cada vez me encuentro mejor y la subida hacia Peñacaballera, aunque debe haber sido una tortura para las bicis, me resulta muy “cómoda”. Una vez allí, me cruzo con Joaquín (Organización) y me da ánimos para seguir.

En estos momentos Antonio debe estar cruzando la línea de meta con un bonito recordatorio. ENHORABUENA ANTONIO, INCREIBLE LO QUE HAS CONSEGUIDO.
Mi siguiente objetivo es Puerto de Béjar dónde me vuelvo a tomar mi tiempo para descansar, avituallar y seguir hacia Cantagallo dónde me encuentro con las chicas y Jorge. Me dan más alas y gominolas y sigo una bajada dirección a la depuradora de Béjar (Tranco del Diablo). En el camino alcanzo a 3 corredores y me da más ánimos para seguir.

Encaro la subida a la antigua, recordándome en parte la Cuesta del Cachondeo en Ronda. 
Ya estoy de nuevo en Béjar, son cerca de las 21:00pm, me ha llevado “tan sólo”  2hr 55min desde Montemayor y me siento mucho mejor que hace unas horas.

De nuevo en el pabellón, como (ahora ya si me entra la comida), me cambio de ropa, otro masaje recuperador y adelante.

A eso de las 22:00pm afronto el último circuito (amarillo). Salimos Eugenio (un conocido de Cáceres), otro chaval y yo. Justo en ese momento llega Mariano.
Ahora toca subir hasta Valdesangil, lo que bajamos en el circuito rojo, la noche va cayendo y noto que las fuerzas de mis compañeros también menguan. Eugenio me indica que tire y se lo agradezco porque me estaba quedando frío.

Un poco de música y el frontal y a continuar, de momento las piernas me van respondiendo, no como me gustaría pero teniendo en cuenta lo padecido a lo largo del día de hoy... La noche me va bien.

Pronto llego a Fuentebuena y desde allí quiebro para remontar una loma de apenas 2km y 170m D+, pero que me deja doblado. En lo alto se ve Sanchotello, me tomo unos minutos para apreciar el paisaje de luces y encaro la frenética bajada hasta el pueblo donde un caluro público nos recibe con aplausos. Me tomo mi tiempo para recuperar líquidos, no está el horno para bollos y de camino al punto de control especial en Peromingo donde me esperan además mis amigos (Esther, Cris, Mario, Mariano y Jorge).

Se me hace muy especial este reencuentro y me abrazo con Mariano que al final decidió retirarse. Al empezar la prueba no me hubiera imaginado los distintos estadios de cansancio-fuerza que he podido experimentar y mucho menos el grandísimo apoyo que recibí de buenos amigos que desde Montemayor hasta la meta, estuvieron casi pueblo a pueblo siguiéndome.

Desde Peromingo una larga recta de casi 7 kilómetros hasta La Calzada, al principio al trote y luego ranqueando, aunque me permite cumplir el tiempo que les di para llegar a La Calzada (unos 45min). 
En el transcurso, adelanto a otro participante, lo cual me da más ánimos para seguir.

Llego a La Calzada y el cansancio y frío se va notando. Allí me esperan Jorge y Esther. (Cris y Mariano han ido a acostar a Mario que lleva todo el día apoyándonos. Gracias chicos). Bebo, me intento reponer y solo pienso en la subida que me queda hasta Béjar y que bajamos en el circuito verde hacia La Calzada.

Salgo un poco después de la 1:30am y veo que la subida que temía no es tanta. "Por la noche, todos los gatos son pardos" :)
Cojo ritmo hasta llegar al Polígono Industrial de Béjar dónde me esperan de nuevo Jorge y Esther para irme acercando a meta. 
Me sigue el coche de apoyo :) 
Y ya sólo restan un par de kilómetros hasta meta que Jorge decide hacer conmigo, no sin antes acordarnos de porque estamos aquí. 
Madre mía, las 2:30am y todavía levantados. 
Y como no, foto con parte del grupo.
Datos de carrera (mi Garmin):
Distancia: 100km (108,3km)
Tiempo de carrera: 13hr17min54seg (16hr 58min 38seg)
Tiempo en movimiento: (13hr17min54seg)
Posición: 16
Ritmo medio: (9:23min/km)
Ritmo medio en movimiento: (7:21min/km)
Desnivel positivo: (2.938m)
Desnivel negativo: (2.937m)

Altura máxima: 1.575m
Altura mínima: 666m  



Reflexiones:
-    En cuanto a la prueba, me ha parecido una prueba bellísima y a la vez muy dura. Justo lo que dictaba el cartel. Por poner una pega, sería recomendable que en futuras ediciones no se escatimara tanto en la señalización. Especialmente por la noche se hace necesaria con más frecuencia.
-    En cuanto al material. Como siempre un  10 a mis Trabuco, se han portado de nuevo a pesar de los km que llevan. Da miedo cambiarlas.
-    Enhorabuena Miguel por tu triunfo y sobre todo por encontrarte tan bien. Esperamos verte pronto dando guerra por el mundo. 
-    Grande Mariano, aunque no lo creas has conseguido en poco tiempo más que mucha gente en años. Estoy muy orgulloso de lo que has hecho.
-    Posiblemente no haya sido una de mis mejores pruebas, ni llegaba en las mejores condiciones, y los nervios me hayan jugado malas pasadas. Pero en líneas generales he disfrutado, he aprendido otro capítulo de superación y sobre todo ha sido una carrera de sentimientos para con la gente que ha estado conmigo.
-    Por ello quiero dedicar esta carrera a estos buenos amigos que he notado presente y no presente durante todo el día, no tengo palabras para agradeceros la atención que me habéis mostrado en el día de hoy. Muchas gracias chic@s.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias Joaquín!
      Me hubiera gustado desempeñar otro papel en la carrera, pero visto lo visto, me siento muy satisfecho de haberla acabado.
      Ahora sólo queda un merecido descanso después de estos meses.
      Un saludo.

      Eliminar