martes, 27 de diciembre de 2011

XVIII San Silvestre Salmantina (26-diciembre-2011)

Con más despiste que otra cosa (creyendo que la prueba empezaba a las 12:00 y no a las 12:30). Nos presentamos en Salamanca con tiempo de sobra.
Este año han dado 4.800 inscripciones que se han agotado en pocos días. Incrementaron la distancia a 10km y un recorrido más urbano que en ediciones anteriores, lo cual lo hace mucho más espectacular si cabe de cara al público. Y así fue, como siempre cientos de personas agolpadas en la Plaza Mayor de la que para mí es la plaza más bonita de España. Y de igual manera nos animaban a nuestro paso por todas y cada una de las calles de esta hermosa ciudad.
Tras una salida un tanto fugaz, la cosa empieza a estabilizarse a un ritmo bastante cómodo y rápido con respecto a mi ritmo habitual (4min/km).
Qué bello es encontrarse con conocidos en pruebas tan especiales como esta, gracias familia!
La prueba va avanzando para llegar a la última avenida previa a la meta. Como si se tratase de uno de los puertos del Tour de Francia, la gente se agolpa al paso de los participantes, la sensación es increíble y ayuda a gastar la última raya de la batería que aún nos queda. Un último sprint y ya estamos en meta, con un tiempo de 40min y 6seg y en la posición 329 de la general (124 de chicos).
Nos recuperamos en meta y esperamos a que vayan llegando el resto de compañeros de faena.
Después, nada mejor que una cañita en El Torres y después una jornada familiar por la Salamanca navideña.
No hay nada mejor el día siguiente a la San Silvestre Salmantina para estrenar la camiseta regalada, que dar un trote/carrera por el Pico del Águila y máxime con los días tan espléndidos que nos está dando este Diciembre (pena por la escasez de nieve).

domingo, 11 de diciembre de 2011

Paris (03 a 10-diciembre-2011)

París es una de esas ciudades que todos deberíamos tener en nuestra lista de pendientes para visitar alguna vez. Después de haberla visto en detalle, tan sólo puedo decir una cosa “no me importaría volver”.

Día 0 Madrid – París
A eso de las 18:05 sale el avión de AirEuropa dirección al aeropuerto de Orly (Paris) para reencontrarme con mi amiga Gloria y su pareja Miguel. Esta vez el vuelo es puntual y a las 20:00 estamos bajando del avión. Tras el rencuentro con mis amigos, tomamos primero un bus y luego el cercanías (RER) para aproximarnos a Paris. Hacemos una parada para comer en el restaurante Le Bambu (vietnamita). Nos pedimos un plato de tallarines con ternera, hierba buena, rollito, soja,… y agua de coco. Todo un descubrimiento cultural para mí ;). Gracias amigos!
Retomamos el viaje a casa, próximo a la biblioteca nacional, una pequeña charla y a dormir que mañana toca una sesión intensa.

Día 1 Pantheon – Louvre - Paris
Hoy es domingo y toca descansar un poquito después del día tan ajetreado de viaje de ayer. No obstante intentamos aprovechar el día de puertas abiertas que se celebra los primeros domingos de mes en París. Tras una fugaz visita por el Pantheon y ver el Péndulo de Foucault,
hemos quedado para comer en un típico restaurante llamado Le Mouff`tôt Mouff´tard. Pronto descubrimos que es más típico de lo que aparentaba, un grupo de personas se ponen a tocar el acordeón, cantar y bailar entre las mesas del enjuto lugar para disfrute de los que allí nos congregamos.
Desde el restaurante nos vamos desplazando hasta la Rue de Rivoli dónde se encuentra el museo de Louvre. Un majestuoso edificio, antiguas dependencias de reyes y reconvertido en el 3º museo más grande del mundo. Custodiado por el Arco del Triunfo del Carrousel (desde el que se puede alinear la plaza de la Concordia y el Arco del Triunfo)
y en el centro por una pirámide cristalina fruto de la reconversión que sufrió el museo en la década de los 80 de la mano de François Miterrand.
Aprovechamos para ver La Gioconda y las Bodas de Caná
las dependencias de Luis XIV y el arte mesopotámico.
Una pequeña pincelada dentro de la gran oferta artística de este museo.
Desde allí vamos dando un agradable paseo por la Rue de Rivoli hasta llegar al Ayuntamiento de Paris, lo que aquí llaman Hôtel de Ville.

Desde allí tomamos un metro hasta casa, toca descansar un rato antes de  salir a cenar. Hoy toca japonés …en Planet Sushi.
Día 2 De ronda por París
Hoy toca aprovechar a ver un poco más a fondo París, el día de ayer me dejó con las ganas de conocer más. Con lo cual a eso de las 10:00am me pongo en marcha hacia mi primer destino, la Île de la Cité. Se trata del origen de París y allí se encuentra Notre Dame, una fascinante obra de ingeniería que se construyó entre los siglos XII y XIII.
La p….. fue la cola que hubo que aguantar bajo el fresquito mañanero parisino durante 40min, para luego no poder acceder a la torre norte. No obstante, las vistas desde este escenario merecen la pena.
Desde allí me traslado a peonza hasta Pont-Neuf, pasando por el Palacio de Justicia y Sta. Capilla. Pero debido al tiempo invertido en Notre Dame, llego a eso de las 12:15, a las 13:00 cierran una hora y no creo que llegue a tiempo de entrar dada la cola humana que hay para ello. Cambio de planes, … vamos a ver el Ayuntamiento de la ciudad de día (Hôtel de Ville)
desde allí tomo la Rue de Rivoli para pasar por la Torre de Santiago (Saint-Jacques), único vestigio de la Iglesia Saint Jacques de Boucherie.
Sigo callejeando hasta alcanzar la Iglesia de San Eustaquio (Saint-Eustache). Un edificio no tan poblado de turistas y sin embargo bastante interesante.
Una gran mano y cabeza preside la plaza del lado sur del edificio.
No se debe pasar por Paris sin probar uno de sus deliciosos bocadillos y si es de rulo de cabra (para los amantes del queso), mucho mejor. Con el sabor aún del rulo, me dirijo hacia el Louvre para echar unas fotos de día y como era de pensar está atestado de gente.
Desde allí subo a la Ópera pasando por los jardines del Palacio Real (Palais Royal). Una vez encaras la Rue Temple, te encuentras a lo lejos con el increíble edificio de la Opera.
Y desde allí una escapada rápida a la plaza Vendôme para ver el elenco de tiendas caras y súper caras que rodean el Ministerio de Justicia y el Ritz (Cartier, Louis Vuitton, Rolex, Dior, Channel,…) y algún que otro coche de alta gama.
Se hace tarde (16:15) y hay que subir hasta Montmartre, no sin antes visitar uno de esos bien puestos y equipados aunque a veces escondidos, WC urbanos.
La llegada al barrio de Montmartre se trata de un viaje al verdadero centro de París. Aunque actualmente se trata de una zona de trasiego continuo de turistas, en su momento debió ser  de artistas y bohemios anónimos. Cerrando un poco los ojos, la mente me traiciona y me lleva a las escenas de la película Moulin Rouge, que si bien no tienen nada que ver físicamente con este barrio, sí en el fondo. A través del funicular se puede ascender hasta la Basílica de Sacre Coeur.
Desde allí tenemos una vista bastante general y alta de París desde el Oeste.
Cercano a la Basílica está la zona de la Plaza de Tertre, dónde decenas de artistas se “pelean” por retratarte o venderte una interpretación suya de los sitios emblemáticos parisinos.
El lugar lo merece y un crepé de chocolat, no estaría nada mal.
Empieza a atardecer y decido tomar rumbo hacia el Boulevar de Clichy. Una avenida que a medida que te acercas a la plaza de Blanche se nutre de todo tipo de tiendas y locales eróticos dónde poder comprar, ver y supongo que otras artes. A lo lejos empieza a verse unas aspas moverse, sí, efectivamente es el Moulin Rouge.
Después de esta agotadora ruta, ya voy pensando en retirada, aunque antes me apetece acercarme a la Plaza de la República para intentar echar alguna foto. Cuando llego ya casi no hay luz y me sabe mal pedir que enciendan unos focos para ver la estatua.
A falta de luz para fotos, buenos son los grandes almacenes, y en París hay que visitar Lafayette. Un edificio de 7 plantas con una cúpula interior engalanada con todo tipo de adornos navideños. Allí se dan cita las principales marcas de moda.
Y ya por fin, retirada a casa para descansar y escribir estas líneas.

Día 3  Château de Versailles. La fastuosidad de un rey
Un palacete del siglo XVII que el rey del sol (Luis XIV) mandó construir para alejarse de Paris.
Construido con todo tipo de lujos y materiales traídos desde las zonas más lejanas de Francia (mármoles de Pirineos), supuso un comienzo y fin de la hegemonía monárquica en Francia.
Tomando el tren de cercanías RER C (unos 3,9€) hasta el final de línea Château de Versailles, se llega al municipio de Versalles, a poco más de 30km de París. A medida que uno se va acercando a la entrada del complejo del Palacio, se da cuenta de lo fastuo del lugar, portones de pan de oro, hectáreas de terreno cuidado y unos edificios exquisitamente adornados.
Me dirijo al punto de información y compra de tickets (a la izquierda según llegamos) para interesarme por la entrada al Palacio. Como es un poco “tarde” para esta época del año, decido no coger la opción de la entrada al Gran Trianon y sólo la del Palacio (15€). Y como la cola de japoneses para entrar en el Palacio es considerable, decido adentrarme primero en los jardines y luego volver al interior.
La primera impresión de los jardines es de insignificancia, que es lo que sientes al verte en los cientos de hectáreas arboladas y cuidadas que abarcan tus ojos. La pena de todo es que no es la mejor época para su disfrute, las fuentes están cortadas, las esculturas tapadas y ninguna flor en los céspedes. No obstante, merece la pena disfrutar del largo paseo, y en este caso bastante frío.
Tras un par de horas largas de paseo, me dirijo al Palacio, creo que mis manos frías lo agradecerán. Gracias a unas audioguías que entran con el ticket, nos van informando de lo más representativo de cada sala que vamos viendo, la capilla
el salón
las dependencias del rey
las de la reina
el salón de los espejos
,…
Sin lugar a duda, esta obra arquitectónica y de arte, supuso todo un esfuerzo para los artistas (que en algunos casos les llevó varios años en acabar algunos frescos) y al propio pueblo de Francia que veía decrecer sus ingresos en detrimento de la nobleza. Y así fue como el pueblo acabó haciéndose con el monarca…
Cómo a las 17:00 cerraban y era pronto, decido parar de vuelta a casa, en la Torre Eiffel. Toda una obra de apreciar para cualquiera que se precie. Además de noche resalta mucho más.
Desde allí me doy una vuelta por Trocadero, y aprovecho para tener nuevas visiones de la Torre y desde allí a Campos Elíseos dónde se encuentra el mercado navideño. Como se me ha terminado la batería de la cámara, relego a otro día las fotos oportunas de allí.
Día 4 Disneyland Paris
Cuál es mi sorpresa cuando saco el billete de avión, cuando mi compañía aérea me agracia con una entrada de 1 día para los dos parques. Y quién lo desaprovecharía …. J
Pues me cogí el RER A dirección Marne la Vallée (7€). A medida que me acercaba a mi destino, el tren iba llenándose de familias con niños deseosos de conocer en carne, hueso y fieltro a Mickey Mouse.
A pesar de la lluvia, el resultado fue satisfactorio, sobre todo en los Walt Disney Studios.
Día 5 Torre Eiffel – Arco del Triunfo – Campo de los Elíseos – Concordia
Antes de acudir a mi cita a las 12:00 con la señora Eiffel, decidí dar una vuelta por Madeleine y la Plaza de la Concorida. Desde allí subí andando por los Campos Elíseos hasta la parada Franklin D. Roosevelt dónde cogí el metro hasta Trocadero.
La Torre Eiffel ha sido para mí uno de los grandes descubrimientos en París.
Es recomendable sacar la entrada por internet previamente para evitar colas y estar 5 minutos antes de la hora fijada.
Hasta la segunda planta de la Torre se puede acceder bien en ascensor bien por su escalera de 360 peldaños hasta el primer piso y 670 en total hasta el segundo. La bajada merece la pena hacerla por las escaleras.
Las vistas desde allí arriba son increíbles.
Desde la Torre Eiffel regresé por Trocadero para ir en Metro hasta el Arco del Triunfo, dónde volvería por la tarde para hacer algunas fotos nocturnas.
Desde allí inicia la avenida de los Elíseos repleto de tiendas de esas que te reciben con champan (si vas convenientemente ataviado) y al lado las de recuerdos de Paris.
Hasta el atardecer me acerqué a la iglesia de San Lázaro para hacer algunas fotos y desde allí de vuelta al Arco del Triunfo para echar unas fotos nocturnas.
Día 6 Cementerio Père-Lachaise– Santa Capilla
Otra de las paradas clásicas y un tanto “macabras” en París, es el cementerio de Père-Lachaise. Un antiguo cementerio que recoge grandes celebridades del tipo de Oscar Wilde, Jim Morrison o Frederic Chopin.
Durante el paseo por el campo santo, se puede apreciar todo tipo de panteones algunos con mayor gusto que otros. E incluso uno que data del siglo XIII.
Monumentos, en algunos casos, artísticos a los caídos en batallas o catástrofes naturales.
Tras este paseo peculiar, me dirijo hasta la Santa Capilla, que dejé por imposible mi primer día en París. Tras la rigurosa cola de 35min, el registro oportuno (se enmarca en el Palacio de Justicia) y pagar mis 8€, accedo a toda una joya del patrimonio arquitectónico francés.
Una capilla superior de 33 metros de altura y quince vidrieras del siglo XIII de casi 14 metros de altura y una rosa 9 metros de diámetro.
Desde la Santa Capilla me doy una última vuelta por París esperando que atardezca para poder fotografiar Notre Dame con menos luz.
Y poco más, una última velada con los amigos junto a un buen plato de magret de pato y una triste despedida de esta ciudad.
Aprovecho para fotografiar la casa más antigua de Paris.