martes, 17 de junio de 2014

Hiru Haundiak. "Las Tres Grandes" (13-junio-2014)


Todo empezó allá por el mes de Septiembre cuando conocimos a Aran y Patxi en la TransAlpineRun y nos pusieron al tanto de una prueba que se hacía en su tierra llamada Hiru Haundiak. A partir de entonces, nos marcamos el 13-14 de junio de 2014 en el calendario.
Detrás de su nombre, “Tres Grandes”, sólo podría esconderse una prueba clásica entre las clásicas de montaña. Algo que naciera en el año 1987 como un reto senderista organizada por la Sociedad Excursionista Manuel Iradier y anual durante diez años consecutivos, se ha convertido en una prueba bianual desde 1998 que reúne a cientos de apasionados por las carreras de ultrafondo.

El nombre de la prueba define la ascensión de la cima más alta de cada una de las tres provincias vascas, es decir, Gorbea (1.481m) en Álava, Anboto (1.331m) en Vizcaya y Aitzgorri (1.551m) en Guipúzcoa. Y en total, unos 100 km y un desnivel acumulado total de 10.000m.

El jueves 2 de enero a eso de las 11:00am comenzó el plazo de inscripción para 1.400 plazas que en poco más de una hora se completaron, prueba ya de la transcendencia de este evento. Pero afortunadamente, Andrés, Patxi y el que suscribe, conseguimos nuestra plaza junto a 1.698 participantes, 300 más de los inicialmente previstos para absorber la demanda recibida y algún problema informático.

Sin darnos cuenta, van cayendo los días, las semanas y los meses hasta el puente de mayo. Hasta entonces, desde el punto de vista de running, básicamente me había dedicado al asfalto para afrontar alguna media maratón o triatlón y después algo de BTT para el reto II Rumbo a Gredos. Entre medias, me lancé a la aventura para entrenar algo en la 16ª edición de las 67 Millas Romanas puesto que serviría de toma de contacto este año en la ultradistancia.

Por tanto, tenía por medio sólo el mes de mayo para poner “a punto” las piernas compaginando calurosas jornadas en Cáceres como las escapadas a Candelario para poder hacer desnivel.

Día D-1

Como siempre, el ritual de los preparativos aderezado con unas “pizcas” de nervios por saber qué tiempo hará, qué ropa llevar, qué comer,... que a veces pueden poner al límite la paciencia de los conocidos.
La última prueba que recuerdo de similares características (lejanía-dureza y nocturnidad) fue la Travesera de 2011. Entonces pagué entre otras novatadas la de no descansar suficientemente antes de la salida (a las 00:00hr). En esta ocasión intentaré despejar esa variable y Silvia y yo nos vamos dirigiendo hacia la zona un día antes para encontramos con Aran, Patxi y la pequeña Ane que amablemente nos acogerán en su preciosa morada.

Así pues, tras 650 km, algún que otro despiste con los desvíos y 6 horas de viaje ya estamos en la zona embriagados por los verdes y escarpados paisajes.

Día D

Aprovecharemos la jornada para descansar, visitar la zona e ir a por los dorsales y entregar la mochila de cambio.

Para empezar, una preciosa visita al Santuario de San Miguel de Aralar. Desde dónde, a pesar de lo nublado de la mañana, se divisa el imponente monte Donato con su ermita, la Sierra de Urbasa y el Parque Natural de Aralar.
Más tarde nos trasladamos hasta Araia (llegada) para recoger nuestros dorsales y bolsa del corredor bastante bien dotada, por cierto (un poco de caldo, una mochila muy chula, un libro muy completo de la prueba, un tubular de la prueba y el vaso obligatorio con la descripción de los avituallamientos).
 
Allí coincidimos con otros viejos conocidos de la TAR, Oriol y Alec.

A pesar de intentarlo, apenas puedo dormir 1 hora completa previa a la carrera. Se nota que las dudas no dejan tranquila a la conciencia.
Nos vamos preparando y a eso de las 21:00 tomamos dirección Gopegi (salida). Primera foto de grupo (Juanjo, Ocaña, Rober y Patxi).
Allí nos encontramos con Helena, Natalia y Andrés que han llegado hace un rato desde Salamanca. La noche es agradable y seguro que no pasaremos frío.
Nos van llamando para ubicarnos en la campa que hay tras la piscina municipal desde donde salimos justo a las 00:00hr. Un poco de aglutinamiento dado que salimos algo atrás.

Cantidad de acompañantes, residentes y voluntarios nos van vitoreando al paso por las calles de salida de Gopegi. Después de la carrera nos enteramos que un fotógrafo sentado en el puente tras la salida, tuvo una caída. Mis mejores deseos para él, espero que esté bien.

Tomamos una pista ligeramente tendida que con el frescor de piernas afrontamos a trote. Para irnos adentrando en veredas que van dibujando un perfil más montañoso. El viento va haciendo su aparición y con él el uso de manguitos. A medida que ascendemos lejos de los árboles, podemos maravillarnos con la serpiente de luces que vamos dibujando los participantes en nuestro caminar.

Son cerca de las 1:40am y a pocos metros de la cima del Gorbea (1.551m), se aglutina un buen puñado de voluntarios y espectadores que iluminan y vitorean a nuestro paso a pesar de la ventisca que hace.
Entonces Andrés y yo cometemos la segunda novatada, nos paramos a cubrirnos con el cortaviento pensando que podríamos quedarnos fríos en la bajada, sin embargo, a pocos metros de bajar, debemos parar de nuevo para quitárnoslo por ausencia de viento.
Desde allí una pista tendida hacia abajo hasta Ubidea (PK 22) donde nos esperan Natalia y Helena para darnos ánimos. Impresionante el ambientazo que hay en el pueblo. Un gel, un poco de agua y nos enfrentamos a la última tachuela antes de llegar al primer avituallamiento sólido en Otxandio.
Llegamos a Otxandio a eso de las 3:30am, sigue habiendo gente por la calle. La entrada en el iluminado pabellón nos despierta ciertamente. Intentamos comer algo y aprovechar a coger algún plátano y cafeína para resistir hasta el PK59 donde se sitúa el siguiente avituallamiento sólido.
A los 10 minutos estamos saliendo dirección Urkiloa cuando nos llevamos una desagradable sorpresa. Nos encontramos con Alec quien ha tenido que abandonar por problemas arrastrados en un tobillo. Ánimo Alec!!!

Una subidita por la zona de Urkiola donde Andrés recuerda una pasada rogaine que hizo hace un tiempo por aquí. A nuestro paso, nos vamos encontrando con ganado suelto que supongo que se queda flipado al paso de 1.500 personas, supongo que pensarán: “Ya están aquí otra vez los pesaos estos que no nos dejan dormir....:)”

Son las 4:45am y en Urkiola se aglutina un buen puñado de espectadores esperando que pasen sus corredores. Con la nevera preparada y las sillas de campo, esperan pacientemente nuestro paso, ASOMBROSO.
Otro gel, un poco de agua y camino. Desde aquí, prácticamente todo subida (+550m) hasta Anboto. Como en todas estas pruebas, es importante irse poniendo pequeños objetivos que ir cumpliendo y nunca pensar en lo que pueda quedar hasta el final.

Según nos aproximamos a la base del monte Anboto, podemos comprobar la estela de luces de los primeros que van pasando por la cima. Se trata de una subida más bien técnica que en esta edición se compartirá para la bajada en lugar de descender por otra cara. Las explicaciones que he oído de ello han sido múltiples y variadas, así que no comentaré.

Una vez en la cima, se cumplen las 5:50hr de carrera y las vistas son increíbles.
Está amaneciendo y hay un espectacular mar de nubes a nuestros pies. Intento comer algo, infructuosamente (porque no me entra), mientras llega Andrés.
 
Y a bajar con toda la precaución del mundo. Abajo ya, guardamos los frontales.

Nos quedan dos importantes tachuelas que salvar antes de llegar a Landa. En Zabalandi, Andrés me advierte que no va bien estomacalmente y me anima a tirar. Subiendo a Orixol, por cierto, cruzando un bosque muy singular, intento mantener una visual pero cerca de Orixol ya no le veo y decido continuar la marcha ya que en estos momentos empiezo a tener un pequeño bajón de sueño, prefiero no bajar las revoluciones del cuerpo para no decaer yo también.

El amanecer me trae temores de que empecemos con el calor, sin embargo la zona es increíblemente bella con esta luz. Un cresterío desde Orixol y una fuerte bajada hasta el Puerto de Kurtzeta dónde más gente espera el paso de corredores. Un pequeño tramo asfaltado antes de afrontar la última subida hasta Jarindo.

Voy notando la pesadez de las piernas y el estómago empieza a reclamarme un poco de comida “de verdad”.
Comenzamos la bajada con el embalse Ullíbarri-Gamboa de referencia y por último los -350m de bajada en apenas 2,5km desde Isuskitza hasta Landa donde esperan cientos de personas y caravanas en lo que podríamos decir finaliza la primera parte de la prueba.
Allí esperan Helena, Natalia, Ane, Aran, Mikel, Leire y Silvia dándonos todo tipo de ánimos.
 
La Organización nos tiene preparado un amplio abanico de productos y las mochilas de cambio.
Un refrigerio tranquilo, cojo la música, cambio de camiseta, calcetines, un poco de crema solar, gorra, gafas, rellenamos recipientes y me arriesgo con un Energy5 de esos, a ver si no me hace mal. No importa echar 30min si ello sirve para recuperarte y animarte hablando con los tuyos. A fin de cuentas, nos restan otros 40km y me atrevería a decir que de mayor exigencia.

Para empezar, +350m en apenas 4,5km, no obstante, llevo a los Platero en el MP3 que me van a acompañar gran parte del recorrido.

Toda la parte final hasta las faldas de Aizkorri, será un rompepiernas serrucho de sube y bajas y siempre con tendencia ascendente.

Pasamos el siguiente control en Albiturri,
y pronto comenzamos a visualizar lo que tanto me habían advertido en los últimos días, los temidos EÓLICOSSSSSS
Se trata de “apenas” 14km siguiendo el skyline de un parque eólico de 78 unidades. Un continuo sube y baja, en algunos puntos bastante exigente que nos pondrá a prueba. Máxime teniendo en cuenta que el día es bastante ventoso y las turbinas están a tope, produciendo un ruido demoledor. Por otro lado, el propio viento, que incluso a veces me movía, se agradecía frente al soleado día.

Tras un buen rato, pasamos por el último molino, el famoso 78.
Desde aquí nos resta un trazado 13km por sendas pasando por Usabakotxena..
...y de ahí hasta llegar a las Campas de Urbía...
...donde me espera una muy, pero que muy grata sorpresa. Nerea y Juanjo han venido a animarme.
 
Muy emocionante. Desde luego me va a costar arrancar, especialmente tras ver lo que queda hasta subir a Aizkorri, pero ya casi está hecho. Tras un ratín con ellos, siento no haberme podido quedar a tomar unas cervezas tranquilamente, una pequeña subida para llegar hasta el punto de control en las faldas de Aizkorri.
Un último avituallamiento sólido con fruta antes de la meta. Un poco de reflex para las rodillas que ya van dando guerra y afronto la preciosa subida a Aizkorri, la mayor cota del día junto con el Gorbea. Arriba parece nublado y el viento se va haciendo más intenso. Por el camino, yo con la cabeza agachada para no comerme las piedras :), oigo una voz de ánimo y resulta que es Mikel. Gracias tío.

Una vez arriba, recuerdo la de veces que había soñado estar en esta montaña participando en la Zegama. Y lo que le hubiera gustado disfrutar a un buen amigo.
Es increíble la cantidad de excursionistas con los que nos hemos cruzamos durante todo el día, especialmente en la zona de Aizkorri y que al grito de “AUPA, OSO ONDO” nos inyectan otro poco de morfina para los dolores y adrenalina para seguir.

Llego a la zona del refugio tras el control de paso....
...y a mi memoria llegan las imágenes de la Zegama con decenas de personas a ambos lados del camino animando a la gente. Y pienso....”quizá el próximo año!!!”.
Desde allí, una bajada de 9 km y -900m con terreno bastante técnico. Una primera zona de caliza muy pisada y por tanto pulida, zonas rotas para irnos adentrando en un bosque en el que, a pesar de ser cerca de las 4 de la tarde, parece que se hiciera la noche.

Durante la bajada, las rodillas me vuelven a dar guerra y todos mis esfuerzos durante la subida, se ven por los suelos cuando no paran de adelantarme paisanos. Lo menos me pasan 20 personas. Esto de bajar, sigue siendo una tarea muy pendiente, aunque después de 90km, qué más puedo pedir?!

Los últimos 3km se hacen eternos, parece que no pasan los metros. Finalmente entramos en el pueblo, apenas 3 minutos para las 16 horas. Apretamos todos los dientes e intentamos recortarle al crono, si hay que ponerse a 4min/km, pues se pone uno. Pero luego compruebo que quedaba al menos 1 km.

La llegada al frontón de Araia es....IMPRESIONTANTE. Todos los alrededores repletos de gente.
 
Y enfrente de mí, antes de la última curva, me encuentro a Silvia y Aran esperándome para recibirme y darme las herramientas que harán cumplir un sueño que rondaba hace tiempo mi cabeza....
.....tocar una charrada.
Parece que a los del lugar les ha gustado...
Ya está hecho.
Poco a poco llegan los compañeros.

Bravo Patxi con tus 14 horas 27 minutos.
Y Andrés con tus 17 horas 35 minutos.
 
Ahora toca descansar, acicalarse y una cenita con los amigos contando las historietas varias de todas estas horas.
Y en seguida a dormir que los cuerpos piden sueño.

Datos de mi prueba:

Distancia: 100,97 km
Altura ganada: 4.955 m
Altura perdida: 4.916 m
Altura mínima: 554 m
Altura máxima: 1.515 m
Tiempo en movimiento: 14:33:46
Tiempo total: 16:01:32
Ritmo medio total: 9:31 min/km
Ritmo medio en movimiento: 8:39 min/km
Puesto: 233º (general) / 230º (hombres)
Inscritos: 1.701
Participantes: 1.515
Finishers: 1.171 hombres (77,29%) / 74 mujeres (91,36%)
 
 
Descargar aquí el track.

Tiempos de paso:

Día D+1

Ya que estamos por estos lares, aprovecharemos para visitar Pamplona en la previa a San Fermin.

Patxi y Aran nos llevan por los puntos emblemáticos de la ciudad...
San Fermin en la Calle San Domingo
 
Calle Estafeta
 
Ayuntamiento

 

Catedral Santa María la Real
Y por supuesto su tapeo...
 
A partir de ahí, despedida de parte de la expedición para continuar Silvia y yo durante día y medio por Guipúzcoa.

Una primera visita a Hondarribia. Preciosa ciudad medieval fronteriza con Francia por Hendaya.

 

Con la desembocadura del Bidasoa.
De ahí una visita a Donosti por su casco antiguo, puerto, La Concha, El Peine y de camino a Getaria por el Monte Igueldo.

 
 

Y por último la fotogénica ciudad de Zumaia dónde es de obligada visita sus Flysch, la Ermita de San Telmo reconocible en la película “8 apellidos vascos”, su casco antiguo y por supuesto los caminos por el litoral dibujado a modo de barrancos.

 
 
 
 
 



Reflexiones:
-          En cuanto a la prueba y aunque me repita mucho. Recomiendo enormemente esta prueba a todo amante del monte.
-          La Organización y los aficionados: Un 20 para toda esta gente que independientemente de la hora y del lugar, estaban animando incondicionalmente. Me quedé sorprendidísimo!!!
-          Gracias Patxi por tus consejos y ánimos. Grande Aran con sus 7 meses de embarazo y sonrisa permanente. Y ambos por vuestra gran hospitalidad.
-          Como no, enorme Andrés, siempre un placer correr-charlar contigo. Muchas gracias chicas por vuestro seguimiento de la carrera. Muchísimas gracias Nerea y Juanjo por vuestra presencia en las Campas, fue todo un detalle y lujazo poder compartir un rato con vosotros. A la vez que me sirvió de energía.
-        Y muchas gracias Silvia por tu comprensión y aguante


-          Me llevo muy buenas sensaciones físicamente. Pensaba en mucho más tiempo y mucha más fatiga. También acompañó mucho el clima y la hora de inicio de la carrera.
-          ¿Nos veremos dentro de 2 años? Por qué no....