Después de varias semanas sin enfundarse uno las botas, ni siquiera las previsiones que anunciaban una “fuerte” ola de frío siberiana iba a detener un paseo sabadete.

Aunque alguna señal ya me quiso dar el termómetro del coche a eso de las 9:00am cuando marcaba unos -7ºC. Temperatura que no nos abandonó durante todo el viaje hasta la Plataforma de Gredos.

Una vez allí el viento hizo el resto del trabajo, cualquiera se ponía las botas frías, pero quizá es parte del ritual que tanto nos engancha. Una vez que te pones en marcha todo va mejorando.

Cogemos dirección de la Laguna Grande por el camino normal con el cuidado que precisa un camino tieso de hielo y de momento sin crampones. Llegando a la altura del Prao Pozas, el viento empieza a pegar fuerte y se va intensificando a medida que nos acercamos a la fuente de los Cavadores. No obstante, la cercanía del Circo nos hace continuar la caminata.

Alcanzamos la helada Laguna Grande que atravesamos hasta el Refugio, dónde unos tímidos rayos de sol nos ofrecen una grata tregua. Decidimos comer y tomar algo caliente dentro del Refugio Elola antes de ponernos en marcha hacia la Portilla Bermeja.

Desde el primer momento se hace patente la ausencia de nieve como nota general durante este invierno en el Sistema Central.

El día es despejado y el viento nos deja apreciar unas imágenes increíbles en las cumbres del Circo.

Comenzamos la subida hacia el cruce con la subida al Almanzor y proseguimos por una pala de nieve semihelada de unos 30º. 

Al llegar a la Portilla Bermeja el viento arrecia pero bien. El termómetro del reloj marca -10ºC y posiblemente la sensación térmica ronde los -25ºC.

Unas fotos rápidas y de vuelta a deshacer el camino.

Una paradita en Hoyos del Espino para tomar algo caliente antes de regresar a nuestros lugares de origen. Algunos compañeros aprovechan para hacer una parada un poco más prolongada y probar los platos combinados que Manolo recomendó ;).

Candelario este fin de semana está completamente helado.